Un equipo de investigadores de la Universidad de Viena han creado por primera vez en la historia un material que sólo había sido descrito en los libros pero que nunca antes se pudo fabricar: el carbino. Se espera que esta especie de supermaterial sirva en el futuro para todo tipo de aplicaciones industriales gracias a su enorme resistencia y a su capacidad para conducir la electricidad.
El carbino había sido 'inventado' o 'descubierto' mediante simulaciones de ordenador, que mostraban que una larga cadena de un solo átomo de espesor tendría una serie de propiedades desconocidas hasta ahora. Pese a que tenía hasta nombre, nadie había conseguido fabricarlo en cuerdas de más de 100 átomos de longitud, que además eran muy inestables, hasta que los científicos de la Universidad austríaca desarrollaron una nueva técnica.
Con esta tecnología se han podido crear cadenas de 6.400 átomos de longitud que, además, no se destruyen con facilidad. Para tejer esta especie de cuerdas de carbono, los investigadores han creado un tubo a partir de dos capas de grafeno. Y entre ambas capas, que protegen el material y lo conservan de forma indefinida, han conseguido sintetizar por fin el escurridizo carbino.
Pese a que estas nuevas cadenas son revolucionarias en términos de comparación con la tecnología anterior, todavía serán necesarios muchos pasos para hacerlas aún más largas y utilizables, como informa el diario británico The Independent, puesto que no se conoce aún si el tubo de grafeno conseguirá o no mantener las propiedades casi mágicas del carbino.
Pese a ello, este nuevo avance abre la puerta a nuevas técnicas de fabricación de materiales cada vez más ligeros, resistentes e inteligentes.
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