Un corazón que bombea sangre, una mano que coge una pelota, un brazo con el que se puede conducir o unas piernas con las que correr sobre una pista de atletismo. Todas estas actividades naturales hasta ahora eran impensables en personas con alguna discapacidad física. Sin embargo,especialistas en electrónica, robótica, biología, química, física y psicología se han unido en varios centros deinvestigación repartidos por todo el mundo, con el objetivo de diseñar ingenios tecnológicos capaces de simular el funcionamiento y morfología del cuerpo humano. Y los resultados son muy alentadores:
Movimiento natural
La mano mioeléctrica Michelangelo está fabricada con acero y duraluminio, que simulan la estructura de huesos y articulaciones, mientras que la silicona emula las estructuras blandas y otros plásticos sustituyen a músculos y tendones. En su parte mecánica, tiene dos controladores independientes para lograr un movimiento lo más natural posible, uno de ellos para las funciones de agarre de los cuatro dedos y el otro para el pulgar. Los ajustes se realizan por software a través de Bluetooth.
Ojos que miran por ti
Hacer ver a los ciegos es, de momento, un milagro imposible. Sin embargo, hay varias investigaciones en marcha para la creación de ojos artificiales para suplir carencias visuales.Argus II es una de ellas. Este sistema, para pacientes con retinitis pigmentaria, está formado por unas gafas y un chip implantado en la retina. Las gafas tienen una cámara de vídeo en miniatura que capta las imágenes y las transforma en impulsos eléctricos, que envía al chip implantado en la retina del paciente. Estos impulsos estimulan las células sanas de la retina, que transmite la información al cerebro a través del nervio óptico.
Piel electrónica
En la Universidad de Berkeley han crearon una “e-skin” con una matriz de 16 x16 píxeles, donde cada píxel contiene un transistor formado por cientos de nanocables semiconductores. Con menos de 5 voltios fue capaz de detectar la presión suficiente para, por ejemplo, escribir con un teclado. El objetivo, a largo plazo, sería utilizar esta piel artificial para restaurar el sentido del tacto en pacientes con prótesis mecánicas.
Corazón artificial
El músculo que impulsa la sangre a través del cuerpo humano también tiene su réplica dentro de la ingeniería biónica. Total Artificial Heart, de SynCardia, es un corazón artificial que cuenta con la aprobaciónde Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá, y que ya se ha implantado a más de 1.000 pacientes en todo el mundo. Sustituye a los dos ventrículos y las cuatro válvulas del corazón, y se encarga de bombear 9,5 litros de sangre por minuto. Este flujo ayuda a que los órganos vitales se recuperen rápido y mejora el estado de los pacientes candidatos a un trasplante.
Brazos y piernas mecánicos
El de la foto es Christian Kandlbauer, el primer europeo que utilizó un brazo mecánico que se mueve gracias al poder de la mente. Para conseguirlo, los ingenieros de Otto Bock usaron las teminaciones nerviosas que todavía conservaba el paciente. A través de ellas, la minicomputadora del brazo biónico –que analiza 500 millones de operaciones por segundo–interpreta en menos de 80 milisegundos las órdenes que envía el cerebro para realizar los movimientos. Desgraciadamente, Chistian falleció en un accidente de tráfico hace unos meses.
La misma compañía ha diseñado C-Leg, un sistema formado por sensores y microprocesadores que emula los movimientos de una pierna, haciendo que estos sean dinámicos y se adapten a la velocidad de los pasos.
El próximo reto es integrar los sensores electrónicos de esos órganos artificiales con el sistema nervioso humano. De esta forma, los movimientos se realizarían sin pensar, de manera natural, igual que cuando cogemos un vaso o andamos. ¿Estaremos entonces hablando del auténtico hombre biónico?
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