miércoles, 3 de diciembre de 2014

Entrevista a Eminem sobre las drogas.




¿Cuándo empezaste a tomar drogas?

No empecé realmente hasta que mi carrera arrancó. Tenía unos 20 años cuando aún me sentía bien con la cerveza. Pero después me metí en la vorágine: un montón de conciertos, las fiestas de después, las drogas que había allí… Al principio era algo recreativo. Podía llegar de una gira y ser capaz de parar. Pasaba tiempo con mis hijos y todo estaba bien. Probablemente comenzó a ser un problema en la época de la película 8 Millas [2002].
Estábamos trabajando durante 16 horas en el rodaje: era muy duro. Un día alguien me pasó un Ambien [medicamento para dormir), y eso me mandó a la mierda. Entonces, pensé: “Necesito esto todo el tiempo”. Al final conseguí la receta. Después de cuatro o cinco meses, comencé a necesitar más y más. Empecé a tomarte las pastillas que debía tomarme al día siguiente. Después, cuando obtuve la libertad condicional en 2003 [estuvo en ese régimen dos años por agresión], ya no tenía que hacer más análisis de orina y perdí el control. En la gira Anger Management, de 2005, ya se fue todo a la mierda. 

¿Cómo de malo llegó a ser?

Estaba tomando muchas pastillas, pero no para estar colocado si no para sentirme normal. Me metía cantidades enormes. En un día podía consumir unos 40 o 60 Valium [píldoras para tratar la ansiedad]. Y Vicodina [narcótico que alivia el dolor; el que se toma el protagonista de la serie House]… ¿Quizá unas 20 o 30? No lo sé. Estaba tomando todo tipo de mierda. Mi régimen diario era más o menos el de levantarme por la mañana y meterme Vicodina. Nunca tomaba más de una pastilla y media porque me rompía el estómago. Después, por la tarde me arrastraba, sobre las cinco o las seis, continuaba con un Valium o dos, o tres o cuatro. Y cada hora, cuatro o cinco más. El Ambien me lo tomaba antes de ir a dormir. Hacia el final del día, no sabía que coño tomarme para dormir más de dos horas seguidas. Es muy parecido a lo que he leído que le pasó a Michael Jackson. Yo no sé exactamente que era lo que él hacía, pero he leído que se despertaba en mitad de la noche y necesitaba más pastillas. Eso es lo que me pasaba: necesitaba levantarme a por más.

¿Dónde lo conseguías? ¿Tenías un camello?

Cuando eres adicto, encuentras la manera. Al principio había doctores que me conseguían las recetas… Incluso después de salir de rehabilitación.

¿Alguna idea de cuánto dinero te has gastado?

No. Y no lo quiero saber. Mucho.

Cuando asesinaron a Proof [rapero e íntimo amigo de Eminem], en 2006, fue un duro golpe para ti. ¿En qué medida te afectó?

[Suspira] La mejor manera de describir a Proof es que él era rock. Ahora es difícil encontrar a gente en la que sepas que puedes confiar. Yo tenía un amigo así, pero cuando lo pierdes, puff… Eso duele profundamente.

¿Cuánto crees que te afectó su muerte?

Estuve mucho tiempo con eso en la cabeza. Recuerdo que pasé días tomando pastillas y llorando. Hasta que un día no pude levantarme de la cama. Ni siquiera quería salir para utilizar el baño. Pero yo no era el único que sufría por su muerte. También lo perdieron su mujer y sus hijos. Lo cierto es que estaba sumido en mi propio dolor y fui muy colocado a su funeral. No me gusta decir esto, pero me daba la sensación de que todo me estaba pasando a mi. Me odio a mí mismo por pensar eso. Es muy egoísta.

¿Y qué te pasó físicamente?

Llegué a estar entre los 90 y los 105 kilos, unos 36 kilos más de lo que peso ahora. Estuve yendo al McDonalds y al Taco Bell todos los días. Los chicos que trabajaban de camareros ya me conocían… debía parecerles perturbador. O iba a Denny’s o a Big Boy y comía sólo. Era muy triste. También era horrible que la gente comenzara a dejar de reconocerme. Recuerdo cómo iba por la calle y me crucé con unos chicos. Uno de ellos dijo: “Ese es Eminem”; y el otro respondió: “No, Eminem no está tan gordo”. Ahí es donde me di cuenta de que el problema era grave.

¿Alguien te dijo alguna vez: “Necesitas ayuda”?

La gente lo decía a mis espaldas. No me lo decían a la cara porque pasaba de ellos. Me moría solo de pensar que alguien podía saber lo que estaba haciendo: la gente estaba fuera de eso.

En diciembre de 2007 fuiste ingresado en el hospital después de una sobredosis de metadona. ¿Puedes recordar esa noche?

Hay algunas partes que se me han borrado, pero recuerdo que alguien me pasó metadona cuando yo lo que quería era Vicodina. Esa persona me dijo: “Esto es como la Vicodina, pero va mejor para el hígado”. Yo pensé: “Es como la Vicodina, tiene la misma forma que la Vicodina, pues ya está”. Me tomé una pastilla en el coche, de camino a casa, y pensé: “Es fantástico”. Estuve consumiéndola un par de días, y después volví a por más. Pero tomé mucho más. De todo lo que pasó después de la sobredosis no me acuerdo. Sólo sé que no era capaz de salir de la cama. En algún momento, no recuerdo si fue en mitad de día o de la noche, me levanté al baño. Estaba allí de pie, tratando de hacer pis… y me caí en el suelo. Intentaba levantarme y caía de nuevo. En ese momento ya no me pude levantar. En realidad yo nunca he hablado con nadie sobre estos detalles, porque no los quiero saber. Ellos me dicen que me llevaron a la cama de nuevo. Lo único que recuerdo es golpearme contra el suelo del baño y despertarme en el hospital.

¿Qué pasó cuando te despertaste?

La primero que recuerdo es que intentaba moverme, pero no podía. Estaba paralizado con tubos por todas partes. No podía hablar. Los doctores me dijeron que me había metido el equivalente a cuatro bolsas de heroína. Dijeron que había estado a dos horas de morir. Creía que había estado inconsciente durante dos horas y, cuando me desperté, no me había dando cuenta de que era Navidad. Lo primero que quería hacer era llamar a mis hijos. Quería volver a casa y que vieran que papi estaba bien.

¿Cómo has conseguido desengancharte? ¿Vas a charlas?

Intenté ir a un par de charlas, en unas iglesias y cosas así. Pero no me hacen mucho bien. La gente iba de guay conmigo, pero también me pedían autógrafos. Eso me derrumbaba. En vez de eso, decidí ir a rehabilitación, donde un orientador me ayuda. Ahora lo veo una vez a la semana. También empecé a correr como un maníaco. Unos 25 kilómetros todos los días. Reemplazando una adicción por otra. Tengo días en los que me cuesta más seguir hacia delante. En mi mente intento adelgazar como… ¿Cómo es el nombre del protagonista de El maquinista? Christian Bale. Lo que es muy estúpido. Pero tengo un número de calorías en mi cabeza y necesito quemarlas., No me importa cómo: tengo que hacerlo. Tengo un poco de TOC [Trastorno Obsesivo Compulsivo]… creo. Yo no le doy vueltas a las pequeñas cosas. Pero cuando digo que voy a hacer algo, lo hago.

¿Con quién has podido hablar sobre esto?

Hablé con Elton John. Él es como mi cuidador. Normalmente me llama una vez a la semana para comprobar que todo está bien. Él fue, de hecho, una de las primeras personas que llamé cuando quise estar limpio. Él me da ánimos con cosas como: “Vas a ver como nunca has visto antes”. Parece una estupidez pero si tu no has visto así en mucho tiempo te sientes como si vieras el arco iris por primera vez. O las pequeñas cosas, los árboles, el color de las hojas… Joder, ahora amo las hojas. Me siento como si hubiera desatendido las hojas durante mucho tiempo.

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